Smith, condenado a la pena capital por su participación en un asesinato por encargo en 1988, perdió sus apelaciones de último minuto.
La Corte Suprema rechazó un pedido de apelación que habría detenido que lo llevaran esta noche a la cámara letal, donde fue declarado muerto por hipoxia (falta de oxígeno).
Algunos expertos consideran que el procedimiento no probado conduciría al dolor excesivo o incluso a la tortura.
Hace más de un año, el estado tuvo que suspender un intento de ejecutar a Smith con inyección letal ante la imposibilidad de colocarle una vía intravenosa.
El estado se opuso a la apelación al señalar esta semana en una presentación ante la Corte Suprema que el método que se aplicará “es mucho mejor que el que Smith le dio a Elizabeth Sennett hace casi 36 años”, refiriéndose a la víctima en el caso.
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