Hubo un descenso significativo tanto en las ventas como en las compras, estimó el estudio publicado este sábado, que atribuyó el retroceso, entre otras razones, a la “crisis inmobiliaria, los riesgos geopolíticos en relación con Estados Unidos y el debilitamiento de la inversión industrial” en la nación asiática.
Según GTAI, compañías alemanas intentan evitar abastecerse en el mercado chino, mientras más empresas de aquel país centran su atención en el mercado local; ambos factores, indicó, están debilitando el comercio germano-chino.
“Si estas tendencias se mantienen en 2024, Estados Unidos sustituirá a China a la cabeza de la clasificación de los socios comerciales exteriores más importantes de Alemania”, consideró el organismo.
La contracción del Producto Interno Bruto de Alemania en 2023, así como el debilitamiento del clima de inversiones y la restringida capacidad del Gobierno para estimular la economía real y la innovación tecnológica, constituyen fuentes de preocupación en el ámbito doméstico y a escala de la Unión Europea.
Durante el reciente Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el ministro germano de Finanzas, Christian Lindner, aseguró que Alemania no es el hombre enfermo de Europa como algunos alegan, sería en todo caso un hombre que tras una mala noche, necesitaba «un café muy fuerte», contestó.
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