Así definió al Premio Nacional de Artes Plásticas (2004) el poeta cubano Eliseo Diego, frase que aparece en la web digital del artista junto a la de otros virtuosos como el escritor colombiano Gabriel García Márquez, el crítico de arte estadounidense Donald Kuspit, y el crítico de arte francés fundador del movimiento artístico Nuevo realismo Pierre Restany, por solo citar algunos.
Originario de la provincia de Camagüey, el pintor, escultor, dibujante e ilustrador posee medio centenar de exposiciones personales y participaciones en alrededor de 500 colectivas en más de 20 naciones.
Roberto Fabelo figura como uno de los artistas más reconocidos de la esfera contemporánea cubana. En su momento, ocupó responsabilidades en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fue dirigente de la Brigada Hermanos Saiz, y vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Gracias al dominio de esta manifestación artística, impartió clases en tres niveles de enseñanza en el país e integró el tribunal en diversos concursos nacionales e internacionales.
Dueño de un indudable talento que combina con maestría al pincel, el creador mereció el Primer Premio de la XI Bienal Internacional de Dibujo de Cleveland, Reino Unido (1993), y el Premio Unesco por la promoción de las artes plásticas (1996).
Lauros que prestigian su trayectoria junto al Primer Premio de la I Bienal Iberoamericana de Acuarela, Viña del Mar, Chile (1996), la Medalla por la Cultura Nacional y la Medalla Alejo Carpentier, entre muchos otros.
Vale pues el homenaje a quien desborda arte sobre el lienzo, tal “pareciera que vino al mundo con un lápiz en la mano”, así lo describió la investigadora, curadora y crítica de arte cubana Llilian Llanes.
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