La PF informó en un comunicado que la operación llamada Vigilancia Aproximada tiene como finalidad indagar «la organización criminal que se instaló en la ABIN (Agencia
Brasileña de Inteligencia) para vigilar ilegalmente autoridades públicas y otras personas» adversarias del exmandatario (2019-2022), sin autorización judicial.
Medios televisivos repiten imágenes del despliegue policial ocurrido en la residencia en Villas da Barra, un condominio de lujo en Praia da Barra da Tijuca, y en su oficina en el ayuntamiento, en el centro de Río. El concejal no estaba en ninguno de estos lugares.
También se sospecha que asesores pedían información en nombre del regidor para el exdirector de ABIN Alexandre Ramagem, ahora diputado.
Ramagem fue objeto el jueves de búsquedas, resultando en el decomiso de cuatro ordenadores, seis teléfonos móviles y 20 memorias USB en sus direcciones.
Entre los materiales confiscados, destaca un portátil y un teléfono celular pertenecientes a la ABIN.
Las investigaciones indican que los crímenes en cuestión involucran el uso del software denominado First Mile (Primera Milla), una herramienta de geolocalización que permite identificar los movimientos de personas por medio de sus dispositivos celulares.
Tal software habría sido utilizado indebidamente para monitorear individuos sin autorización judicial.
Autorizada por el ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), la PF averigua si el concejal Bolsonaro recibió materiales obtenidos ilegalmente por la agencia de Inteligencia.
Resulta además blanco de la cruzada un militar del Ejército, actualmente en el estado de Bahía (nordeste), y que era cedido para la ABIN bajo el mando de Ramagem.
Según el STF, que tramita el caso, la sonada componenda intentó beneficiar a Renan Bolsonaro, hijo menor del exgobernante e investigado en un caso de tráfico de influencias ante las sospechas de que favoreció a un grupo empresarial cuando su padre estuvo en el poder.
La corte superior apuntó además en una nota al senador Flávio Bolsonaro, otro descendiente del político ultraderechista, por la elaboración de informes para auxiliar en su defensa en el caso en el que respondió por desvío de recursos de la Asamblea Legislativa de Río.
El expresidente Bolsonaro negó haber creado una «ABIN paralela» para espiar a los oponentes políticos durante la época en que gobernaba el país.
Durante una transmisión en vivo en redes sociales junto a sus hijos Carlos, Flavio y Eduardo, el exjefe del Ejecutivo manifestó el domingo que las informaciones de los servicios oficiales de inteligencia no llegaban a él.
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