Según comunicó el organismo en su página web, un grupo internacional de científicos atmosféricos verificó la temperatura registrada por una estación meteorológica automática de Siracusa, en la isla italiana de Sicilia.
El récord anterior para Europa continental era de 48,0 °C y fue reportado el 10 de julio de 1977 en las ciudades griegas de Atenas y Eleusis.
Este dato se basó en fuentes gubernamentales oficiales y se incluyó en el Archivo de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos de la OMM en el momento de su creación en 2007.
Sin embargo, la organización no efectuó una verificación independiente, a diferencia de lo ocurrido con la reciente temperatura en Italia.
“Es posible, e incluso probable, que en Europa puedan darse en el futuro temperaturas más extremas. Cuando se realicen tales observaciones, se constituirán nuevos comités de evaluación de la OMM para clasificarlas como fenómenos extremos”, afirmó el profesor Randall Cerveny, ponente del organismo sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
Añadió que la mayoría de las investigaciones, como esta, son procedimientos prolongados debido al meticuloso cuidado que pone la OMM para certificar las observaciones meteorológicas.
Una evaluación tan minuciosa, subrayó, proporciona la confianza fundamental de que nuestros registros globales de temperaturas se están midiendo correctamente.
Más allá de eso, esta investigación demuestra la alarmante tendencia a que se sigan estableciendo récords de altas temperaturas en regiones específicas del mundo, afirmó Cerveny.
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