En ocasión de celebrarse este martes el Día Mundial de las ETD, instó también a realizar inversiones audaces y sostenibles para liberar a los aproximadamente mil 620 millones de personas, en las comunidades más vulnerables del mundo, de un círculo vicioso de enfermedad y pobreza.
Según los expertos, las ETD afectan desproporcionadamente a los miembros más pobres de la comunidad mundial, principalmente en áreas donde la seguridad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención médica son inadecuados.
El comunicado resaltó que en 2023 se lograron avances en la lucha contra estos padecimientos, pues 50 países eliminaron al menos una ETD, lo que ubica a la organización a medio camino hacia la ambiciosa meta de erradicarlas para 2030.
Asimismo, identifican los nuevos desafíos a que se enfrentan, como los que imponen los cambios en los patrones climáticos, que están impactando la propagación de las ETD, especialmente las transmitidas por vectores.
También alcanzar los objetivos de la hoja de ruta para 2030 sigue siendo un desafío, debido a la persistente falta de financiación.
Esto limita gravemente los esfuerzos de tratamiento, prevención e investigación necesarios para diagnósticos, medicamentos, vacunas e intervenciones más eficaces, y hace que la recuperación de los programas de ETD, tras las perturbaciones provocadas por la Covid-19, sea más lenta de lo esperado.
A ello se suman las dificultades logísticas para llegar a zonas remotas o inestables, donde las ETD son más prevalentes, obstaculizando la implementación de estrategias de atención sanitaria y el mantenimiento de esfuerzos de eliminación y erradicación a largo plazo.
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