Cargas económicas y burocráticas, así como las crisis climática y geopolítica afectan al sector, razonó la entidad en una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mientras aumentan las señales de descontento en varios Estados miembros de la UE.
Es preciso ofrecer “respuestas a corto plazo a las cuestiones de los miles de agricultores que desde hace varios meses manifiestan su angustia y su incomprensión”, indica la misiva.
Ante la pérdida de competitividad internacional, la Copa-Cogeca consideró que un acuerdo en estos momentos entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur) “es inaceptable para la mayoría de los agricultores” del bloque comunitario.
Los demandantes exigieron la introducción de “umbrales de importación para cualquier producto agrícola sujeto a liberalización comercial”, basados en la media anual o trimestral de los años 2021 y 2022.
Asimismo, reclamaron reciprocidad en los estándares de producción agrícola y la igualdad de condiciones para garantizar el comercio justo.
“Las preocupaciones comerciales van mucho más allá de los impactos de la liberalización comercial con Ucrania”, aclaró el Copa-Cogeca.
Por su parte, agricultores griegos anunciaron que incrementarán las movilizaciones y el bloqueo de carreteras en todo el país, para solicitar al Gobierno ayudas económicas frente al continuo aumento del costo de producción y la disminución de sus ingresos.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis anunció ayer que el Ejecutivo helénico aumentaría el auxilio financiero a productores en la región de Grecia central, donde las inundaciones en septiembre del año pasado destruyeron numerosas cosechas.
No obstante, pequeños agricultores consideraron que la medida es insuficiente y cuestionaron la gestión de las autoridades, pues muchos damnificados todavía no han recibido ningún ni un solo euro.
También pidieron que sean revisadas las normas de la PAC europea, cuya aplicación, afirmaron, reduce a la mitad sus ingresos.
Una encuesta del centro de investigaciones Inscop señaló que en el caso de Rumanía el 94 por ciento de los consultados apoya las manifestaciones de los agricultores y transportistas del país, que llevan semanas cortando carreteras en busca de ayudas y rebajas fiscales, así como protección frente a la posible importación de productos de Ucrania a menores precios.
El Ejecutivo rumano aprobó 72 millones de euros en ayudas a los agricultores y ganaderos, mientras prometió subsidiar el 25 por ciento del costo del diésel empleado por los agricultores.
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