El politólogo Marco Cepik, que actualmente dirige la Escuela de Inteligencia de la ABIN, será el sustituto de Moretti.
Cepik fue director ejecutivo del Centro de Estudios Internacionales sobre Gobierno, en Porto Alegre, capital del estado Rio Grande dos Sul.
La Policía Federal (PF) investiga un grupo que participaba en una especie de ABIN paralela durante el mandato de Jair Bolsonaro para espiar a autoridades y adversarios políticos del exgobernante (2019-2022) y que abarca la gestión del exdirector general de la agencia Alexandre Ramagem.
Tal investigación es un desdoblamiento de las operaciones llamadas Última Milla y Vigilancia Aproximada, que descubren irregularidades en el uso del software llamado First Mile por la agencia.
El portal G1 asegura que, junto a la destitución de Morreti, también serán reemplazados los directores de siete de los departamentos de la oficina de inteligencia.
La víspera, Lula descartó que su gobierno persiga a la familia de Bolsonaro, blanco de laa pesquisas por presunto espionaje ilegal.
«El ciudadano (Bolsonaro) fue presidente de la República, trató con la Policía Federal e intentó mandar en la Policía Federal. Intercambiaba superintendentes a voluntad, sin ningún respeto a lo que pensaba el propio director general o el ministro de Justicia», declaró el exsindicalista durante una entrevista con la radio CBN.
Señaló que, en su mandato, la práctica cambió y el Gobierno dejó de hacer supuestas injerencias en la fuerza del orden público.
«El Gobierno brasileño no manda en la Policía Federal, mucho menos en la Justicia. Usted tiene un proceso de investigación, usted tiene la decisión de un ministro de la Corte Suprema, que hizo un registro e incautación bajo sospecha de uso de mala fe por la ABIN, de los cuales el delegado que era responsable estaba vinculado a la familia Bolsonaro», refirió.
Policías allanaron el lunes la casa y el despacho del concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, hijo del exmandatario, en busca de posibles pruebas sobre el supuesto uso ilegal de la ABIN durante el mandato de su padre.
Al respecto, Lula precisó que la policía fue a cumplir una orden judicial. «No veo ningún problema anormal», razonó.
Manifestó esperar que los investigados en la operación tengan el derecho a la presunción de inocencia, lo que, según el fundador del Partido de los Trabajadores, no fue su caso en el momento de las investigaciones de la desarticulada operación judicial Lava Jato.
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