Jennifer Crumbley, de 45 años, habló en la audiencia sobre la vida con su hijo, del día en que se convirtió en el atacante y de un hecho que “nunca habría podido anticipar, imaginar o predecir», según explicó su representación legal.
Durante su testimonio este jueves, ella expresó que era responsabilidad de su esposo la seguridad de las armas y afirmó que su hijo nunca le había pedido ayuda para problemas de salud mental, al contrario de lo que escribió en su diario privado y le envió mensajes de texto a un amigo.
Dijo que él expresó cierta ansiedad por los exámenes y por lo que haría después de la secundaria, “pero no hasta el punto de sentir que necesitaba ir a ver a un psiquiatra o un profesional de salud mental de inmediato”, subrayó.
Aunque admitió que el muchacho envió varios mensajes de texto sobre haber visto fantasmas y afirmó que la casa estaba embrujada, pero testificó que no hablaba en serio.
La fiscalía utilizó una inusual teoría jurídica al argumentar que ella es responsable de las muertes porque fue “gravemente negligente” cuando compraron el arma de fuego para su hijo y no brindarle el tratamiento de salud mental adecuado a pesar de las señales de advertencia.
Sin embargo, la defensa sostuvo en sus primeras declaraciones que la culpa recaía en la figura paterna por comprar el arma de fuego y fomentar la afición; a la escuela por no notificarle sobre los problemas de conducta de su hijo; y sobre el propio Ethan, que en aquel momento tenía 15 y fue quien realmente apretó el gatillo.
Señaló que no ha hablado con su marido desde el día del arresto el 4 de diciembre de 2021, cuatro días después del tiroteo.
También reconoció que había tenido una relación extramatrimonial durante unos seis meses antes de la tragedia, pero que no creía que eso afectara la crianza de su hijo.
Jennifer Crumbley, quien escribió después de la matanza: «Fracasé como madre», es juzgada por cuatro cargos de homicidio involuntario por su papel en el tiroteo masivo del 30 de noviembre de 2021 en la escuela secundaria de Oxford, que dejó, además de los cuatro estudiantes muertos, a otros siete heridos.
Está previsto que James Crumbley, padre de Ethan, sea juzgado por los mismos cargos a principios de marzo, en un proceso ya histórico porque hará responder a los progenitores por las acciones de su hijo. El joven, ahora de 18 años, fue condenado a cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional.
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