En nombre del presidente Nicolás Maduro y de todo el pueblo venezolano, “expresamos nuestro más sincero agradecimiento a nuestros hermanos de Nicaragua”, manifestó el ministro para Relaciones Exteriores Yván Gil en su cuenta X.
El canciller reconoció en su mensaje las “emotivas palabras” de Ortega y Murillo por la conmemoración y “el resurgimiento de la Patria Grande”.
Los dignatarios reconocieron en su misiva que el 2 de febrero último celebraron el cuarto de siglo del “milagroso acontecimiento que instaló la Justicia, la Verdad y la Razón, en nuestra Hermana Venezuela, Bolivariana, Revolucionaria, Evolucionaria”.
Destacaron que con el comandante eterno Hugo Chávez (1954-2013) se realzó la llama de la dignidad y el derecho a la liberación de nuestros pueblos y significaron su iluminada personalidad, generosidad, solidaridad y su sentido permanente de hermandad y unión para todas las luchas y victorias.
La carta reconoció que el líder bolivariano mostró al mundo la potencia de su espíritu, del “Gran Espíritu, Providencial y Misionero, que llegó para quedarse”, desde la absoluta e indoblegable convicción de nuestros derechos y merecimientos, pese a los imperios, y rompiendo sus nefastas cadenas de dominio y sometimiento.
La Revolución bolivariana, acosada, asediada, por esos poderes esclavizantes y saqueadores imperialistas de la Tierra, se alzó y se alza como señal prodigiosa, como signo de poder de nuestros pueblos, señalaron.
Vivimos con Chávez en el ocrazón, con Fidel (Castro) en el alma, y con el horizonte posible, necesario, indispensable, que debemos continuar procurando, ante las rabias e improperios de los energúmenos de siempre, afirmaron.
El texto expresó que Sandino en su amor y admiración infinita a Bolívar, vio, supo ver, vislumbrar, a Chávez, lo sintió, lo intuyó, y lo hizo suyo, nuestro, en el siempre más allá de las luchas, y en las causas que siguen viviendo, en las otras y otros, como predijo (Augusto César) Sandino, que «siguen-seguimos adelante».
Ortega y Murillo manifestaron que en la profundidad del llamado, y en la verdad suprema de sus convocatorias al combate, a la fuerza, a la fortaleza y al patriotismo, Bolívar, Sandino, Fidel y Chávez, viven.
Aseguraron que en las luchas, las batallas, y los combates, nobles y fieros, siguen, para continuar venciendo, con la providencia de todo lo sagrado, de todo lo amado, y de todo anhelo que el coraje sella.
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