Sergio Cusicanqui, ministro de Planificación del Desarrollo, y el embajador de China en Bolivia, Wang Liang, rubricaron el documento en presencia también del vicepresidente del Estado Plurinacional, David Choquehuanca, ministros y otros funcionarios gubernamentales y electos de jerarquía nacional, departamental y municipal.
La inversión demandará una erogación de aproximadamente 350 millones de dólares e impulsará la industrialización de Oruro, poseedor de un importante potencial minero, según el mandatario.
Arce explicó, la víspera, que la planta refinadora aportará “valor agregado a nuestros minerales, generando empleo digno y contribuyendo al crecimiento económico sostenible en el departamento de Oruro y en el país”.
Marcelino Quispe, ministro de Minería, encabezó en octubre último, en el coliseo de la Empresa Metalúrgica Vinto, el acto protocolar de rúbrica de los compromisos entre esa corporación y los consorcios chinos Enfi-Crig y Chonh Qing Cisdi Engineering Consulting LTd., respectivamente.
Quispe y el gerente de la corporación con sede en Vinto, Teodocio Ayllón, entregaron la documentación a la delegación del banco de China Eximbank, con el fin de acceder al crédito.
El protocolo fue evaluado por la entidad financiera y la firma del acuerdo de este martes selló el contrato de préstamo con 20 años de plazo y una tasa de interés concesional del dos por ciento.
La Planta Refinadora en la etapa constructiva representará 800 empleos directos (temporales) y 500 directos permanentes, además de dos mil indirectos, se informó.
A escala nacional fortalecerá la cadena minero metalúrgica mediante el otorgamiento de valor agregado a este recurso, a la par de impactar en la formación de recursos humanos de alta calificación.
Desde el punto de vista económico, este proyecto aportará una mayor recaudación de impuestos para el Estado Plurinacional y regalías que favorecerán a la Gobernación y los municipios productores de los concentrados del metal.
El complejo orureño será edificado en una superficie de 30 hectáreas y tendrá una capacidad de tratamiento anual de 150 mil toneladas de concentrados y una producción de 65 mil toneladas de zinc metálico, además de obtener minerales tecnológicos como indio, galio y plata metálica.
La nueva industria fundirá y refinará el zinc para su venta en el mercado internacional.
Como parte de la política gubernamental de industrialización con sustitución de importaciones, las autoridades de Bolivia esperan que esta planta entre en operaciones en el año del Bicentenario (2025).
Bolivia es actualmente el noveno exportador mundial de minerales de zinc.
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