El titular de la ONU llamó a que ambas naciones resuelvan sus diferencias por medios pacíficos de conformidad con el derecho internacional y se abstengan de cualquier acción que pueda agravar o ampliar su disputa.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, recordó los compromisos asumidos por los dos gobiernos en la Declaración de Argyle, suscrita en diciembre del año pasado.
Es muy importante que esos compromisos se implementen, dijo el vocero en su habitual sesión informativa.
El instrumento firmado en San Vicente y las Granadinas acordó que cualquier controversia entre los estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra de 1966.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo guyanés, Irfaan Alí, pactaron que “no se amenazarán -directa o indirectamente- ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancias”, incluidas las derivadas de cualquier diferendo existente entre ambos países.
Sin embargo, en las últimas jornadas, las autoridades de Caracas alertaron del interés de la petrolera estadounidense Exxon Mobile de “apoderarse y explotar ilegalmente” un área marítima perteneciente a Venezuela y un mar sin delimitar con Guyana, como recientemente develó su presidente, Alistair Routledge.
Venezuela anunció que se reservaría el uso de todas las acciones diplomáticas y medidas disponibles en el marco del derecho internacional, para garantizar su soberanía tanto en el área venezolana, como en la “zona marítima pendiente por delimitar” con la nación vecina.
El 1 de diciembre, la Corte Internacional de Justicia pidió a ambas partes evitar acciones que compliquen las actuales diferencias y notificó que Venezuela “deberá abstenerse de tomar cualquier medida que pueda modificar la situación que prevalece actualmente en el territorio en disputa”, mientras que “Guyana administra y ejerce control sobre esa zona”.
La polémica por el Esequibo, una región de de casi 160 mil kilómetros cuadrados subió de tono en diciembre con la denuncia por la parte venezolana de licitaciones a trasnacionales petroleras en aguas no delimitadas y la celebración de un referéndum sobre el tema. Tras los resultados, el Parlamento de Caracas aprobó el Proyecto de Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba que propuso, entre otras acciones, la creación de un estado con ese nombre.
Guyana, por su parte, calificó el plebiscito «como una amenaza directa a la integridad territorial, la soberanía y la independencia política» del país.
Sin embargo poco después, los mandatario acordaron no escalar el conflicto y apostaron por la vía del diálogo.
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