En conversación con Prensa Latina, Gai Lin comentó que además de adornar la casa con faroles y caracteres para la buena suerte, para su familia es prioritario el reencuentro alrededor de una mesa de comida.
Debido a la multiplicidad de grupos étnicos, costumbres y geografía de China, los hábitos alimenticios varían según las regiones, sin embargo, hay platos que no faltan por estos días.
En el caso de Gai y su familia, miembros de la etnia mayoritaria Han, el pescado es indispensable debido a su significado auspicioso y este debe presentarse como un todo completo con cabeza y cola.
La palabra yú, en pinyin, significa abundancia y es homófona a la que representa pescado, por lo tanto, compartir un pescado entero durante las celebraciones promueve la idea de unidad, reunión familiar, prosperidad y armonía, explicó.
Por otro lado, los ravioles, una especie de albóndigas con forma de lingotes, devienen alimento básico en la cena de nuevo año debido a su asociación con los buenos deseos.
También conocidos como jiaozi, que significa alternar entre lo viejo y lo nuevo, suelen rellenarse con carne picada y vegetales envueltos en una fina masa de harina de trigo.
De acuerdo con publicaciones oficiales, los fideos largos o tallarines representan los deseos de longevidad, mientras que las verduras salteadas significan intimidad y afecto.
Otros platos como el pastel de arroz glutinoso, el pollo entero, las bolas de arroz (tangyuan), los rollitos de primavera y la “olla caliente” son alimentos que auguran prosperidad, riqueza, suerte, armonía y reencuentro.
Gai, su esposo, hijo y padres cocinaron en casa gran parte de estos platos para nochevieja, pero al día siguiente optaron por visitar un restaurante donde reservaron hace semanas.
De hecho, la cena en víspera de año nuevo lunar fue el punto culminante de la Fiesta de la Primavera y el foco de atención de los consumidores.
Según datos de la plataforma web especializada Meituan, desde enero pasado el número de pedidos de mesas de restaurantes para estos días aumentó más de tres veces en comparación con el año pasado.
Shanghái, Beijing, Tianjin, Hangzhou y Shenzhen se situaron entre las cinco primeras urbes del país en cuanto a reservas para cenar en víspera del Año del Dragón.
Para Gai Lin, natal de la provincia norteña de Ningxia, las comidas con la familia durante estas celebraciones van más allá del hecho de comer, “su importancia radica en la calidez y el cuidado que nos transmitimos”.
jf/idm