En el Día del Amor y la Amistad, mientras familiares recordaban en áreas del Capitolio federal a seres queridos víctimas de la violencia armada, una balacera ocurrió en un desfile que celebraba en Kansas City, Misuri, la victoria de los Chiefs en el Super Bowl LVIII, y como consecuencia una persona murió y al menos 22 fueron heridas.
Todo sucedió justo cuando se cumplieron seis años de la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman, en Parkland, Florida, donde el 14 de febrero de 2018 Nikolas Cruz disparó dentro del centro escolar del que fue alumno y del cual lo habían expulsado por razones disciplinarias, lo cual provocó el fallecimiento de 17 personas entre alumnos y docentes.
Para subrayar que en todo este tiempo poco se hizo a favor del control de las armas de fuego, March For Our Lives y Change the Ref lanzaron la iniciativa de recrear con Inteligencia Artificial la voz de víctimas de tiroteos, entre ellas de Parkland.
El presidente Joe Biden repitió su mensaje. Exhortó al país a que lo apoyen para exigir
al Congreso respuestas, porque «es tiempo de actuar” para prohibir las armas de asalto, limitar los cargadores de alta capacidad, fortalecer las verificaciones de antecedentes, mantenerlas “fuera del alcance de quienes no tienen por qué poseerlas o manipularlas”.
La alegría convertida en tragedia en Kansas City, “hiere profundamente el alma estadounidense (…) . ¿Qué estamos esperando? ¿Qué más necesitamos ver? ¿Cuántas familias más hay que separar?”, advirtió Biden.
Entretanto, la vicepresidenta Kamala Harris pidió también a los miembros del legislativo que aprueben “leyes razonables de seguridad de armas” tras este nuevo hecho de violencia armada.
Según la vicemandataria «la realidad es que mucho de esto se puede prevenir si los miembros de las legislaturas, incluido el Congreso de los Estados Unidos, tienen el coraje de actuar con una ley de seguridad de armas razonable».
Harris habló con los periodistas poco antes de emprender viaje la víspera hacia la Conferencia de Seguridad de Munich, Alemania.
El domingo, en un juego no acto para cardíacos, los Kansas City Chiefs se coronaron campeones en Las Vegas del Super Bowl LVIII, el evento deportivo anual más esperado en Estados Unidos. Fue el tercer título del equipo en los últimos cinco años.
La final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se realizó en un atestado Allegiant Stadium, con capacidad para más de 70 mil espectadores.
Desde el comienzo de 2024 este es el tiroteo masivo número 48 que se registra en Estados Unidos, de acuerdo con el rastreador Gun Violence Archive.
jf/dfm