La fiscal subió al estrado como testigo en una audiencia sobre una impugnación presentada por uno de los 18 coacusados de Trump en el caso de crímenes electorales de Georgia que busca destituirla por un presunto conflicto de intereses.
En un dramático día de testimonio, una examiga de Willis contradijo las declaraciones bajo juramento que hicieran ella y el fiscal especial Nathan Wade sobre su romance.
Wade rechazó las acusaciones en su contra y luego fue el turno de Willis, quien al entrar dijo que estaba lista y aclaró de que eso no era un juicio.
Los canales de televisión mostraron cómo Willis enfrentó al abogado de Trump, Steven Sadow; Ashleigh Merchant, representante legal del coacusado en el caso, Michael Roman; William Cromwell, defensor de la coacusada Cathy Latham; y Harry MacDougald, abogado del también coacusado Jeffrey Clark.
La fiscal de distrito de Fulton se mostró desafiante en las líneas de interrogatorio, salpicó su testimonio con detalles coloridos y, a veces, fascinantes e insistió sobre las mentiras alrededor de su relación con Wade, destacó el sitio digital de noticias Mediaite.
Por supuesto, el expresidente se beneficiaría si la fiscal Willis fuese descalificada y retirada del caso, por lo que desató su furia en una serie de publicaciones en mayúsculas en su red en Internet Truth Social en las que repitió sus fuertes acusaciones.
Willis hizo una amplia investigación que derivó en el primer fichaje criminal que se hiciera en la historia de Estados Unidos a un expresidente. Junto a Trump fueron acusadas otras 18 personas en una trama para anular los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia.
La acusación detalló docenas de actos de Trump y sus aliados para deshacer su derrota en el disputado estado y los cargos se relacionan con la forma en que instigaron maniobras para mantenerse en el poder.
Los imputados se negaron a aceptar que Trump perdió, y a sabiendas y voluntariamente se unieron a la conspiración para cambiar de manera ilegal los cómputos de las elecciones a favor del magnate.
La eventual descalificación a Willis por este asunto “de amoríos”, le daría, sin dudas, una victoria a Trump, que busca anular el caso en su contra.
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