Autoridades ecuatorianas se reunieron este viernes en Guayaquil con el embajador de Rusia en esta nación sudamericana, Vladimir Sprinchan, quien confirmó a la prensa de su país la decisión de Quito de dar un paso atrás y no enviar el equipamiento militar.
Hasta el momento no existe un pronunciamiento oficial por parte del Ejecutivo ecuatoriano.
En diciembre pasado, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, anunció que su país planeaba intercambiar con Washington equipos obsoletos, «chatarra”, por artefactos de nueva generación valorado en 200 millones de dólares.
Luego, el pasado 8 de febrero, Kevin Sullivan, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, reconoció que esa entrega era parte de “un arreglo” para transferir equipamiento militar a Ucrania.
Para el legislador del movimiento Revolución Ciudadana Patricio Chávez, quien fue embajador en Rusia entre 2007 y 2015, la decisión de Ecuador constituía “un grave error en política exterior”. En aquel momento Rusia aclaró que Ecuador violaría sus obligaciones internacionales y eso tendría consecuencias negativas para la relación bilateral.
Según la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, las disposiciones de los contratos especifican que el equipo no debe transferirse a terceros sin el consentimiento de Moscú.
La decisión de Ecuador de cancelar el envío de armamento a Washington ocurre poco después que Rusia levantara el veto a las importaciones de banano procedente de cinco empresas ecuatorianas suspendidas por la presencia de la ‘mosca jorobada’ en los embarques. lam/avr