Su oponente será el local Thiago Monteiro, un jugador que lo venció en 2001 en Adelaida pero que luego superó en la primera ronda del Masters de Cincinnati ese mismo año.
El murciano, campeón en 2022 y subtitular en la pasada versión, es el primer cabeza de serie de esta gira donde no aparece ningún tenista ubicado entre los 19 mejores del planeta, una oportunidad perfecta para recobrar su confianza y ganar puntos para el ranking mundial.
Su derrota el pasado sábado en las semifinales del Abierto de Buenos Aires ante el chileno Nicolás Jarry fue muy dolorosa para él según sus propias declaraciones, donde reconoció que tenía muchas cosas que mejorar y había estado por debajo de su nivel. Jarry, número 21 del listado del orbe y tercer clasificado, también estará presente y se estrenará en esa misma jornada contra el alemán Yannick Hanfmann.
Otro que puede quitarle el sueño al joven de 20 años es el británico Cameron Norrie (debutará hoy frente al boliviano Hugo Dellien), segundo clasificado y vigente monarca de este evento al destronarlo en la final del pasado año.
A pesar de esos demonios que lo atormentan por estos días, el ganador de Wimbledon 2023 y del Abierto de Estados Unidos en 2022, puede encontrar en la pista de tierra batida del impresionante recinto del Jockey Club -bajo la vista del Cristo Redentor- un escenario perfecto para redimirse.
Este torneo, que ya está en su décima edición, es uno de los 13 campeonatos ATP 500 que se disputarán este año, reparte más de dos millones de dólares en premios y le trae muy buenos recuerdos al ibérico.
Aquí, con apenas 16 años, jugó su primera competencia categoría ATP (2020) y dos años después se convirtió en el tenista más joven en alzar el trofeo de campeón.
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