La decisión fue anunciada por el primer ministro Alberto Otárola, tras una reunión con dirigentes de ambos clubes de la Federación Peruana de Fútbol y de la Liga de Fútbol Profesional, en la que analizaron medidas contra los disturbios entre las llamadas barras bravas.
Otárola informó que Alianza Lima y Universitario de Deportes cerrarán sus tribunas sur y norte, en las que suelen concentrarse las agrupaciones de hinchas, que con frecuencia protagonizan enfrentamientos en las calles.
Hasta ahora solo regía la norma en la que a los partidos entre ambos clubes solo podían entrar los hinchas del equipo que jugara en su propio estadio, medida que no ha impedido que los seguidores excluidos se enfrenten a sus rivales en diversos barrios.
En caso de que haya disturbios, pese a la nueva medida, el Gobierno podría mantenerla y en última instancia disponer que los encuentros de la Liga 1 de fútbol se jueguen sin público.
Otárola informó también que en la reunión de este martes se acordó que Alianza y Universitario realicen campañas de concientización contra la violencia, entre sus seguidores.
Las medidas fueron motivadas por recientes disturbios, en los que hubo armas de fuego que hirieron a dos niños que se encuentran hospitalizados en unidades de cuidados intensivos.
El Poder Judicial dictaminó prisión preventiva por nueve meses para Kevin Huarcaya, presunto participante en los citados enfrentamientos y acusado de usar armas de fuego en la trifulca.
npg/mrs