El atacante de 40 años llegó hoy a Lima desde Brasil, donde reside, y se reunió durante dos horas con el titular del club con sede en la norteña ciudad de Trujillo, Richard Acuña, en casa de este, sin que se anunciara un entendimiento al término de la conversación, en la que participaron sus abogados.
Tras su arribo a Lima, que movilizó al aeropuerto limeño a decenas de periodistas y cientos de aficionados, Guerrero solo declaró brevemente a una televisora que había llegado a conversar en aras de definir su futuro.
En anteriores declaraciones, el goleador histórico de la selección peruana de fútbol señaló que, de no aceptar el club la rescisión, significará su retiro del fútbol profesional, pues su continuidad depende de que mantenga actividad competitiva.
Guerrero pidió deshacer el contrato, firmado el 2 de febrero último, debido a que su madre recibió amenazas de muerte si el jugador no pagaba una fuerte cantidad de dinero.
Abogados y periodistas en temas deportivos coinciden en que la solución puede darse con un acuerdo económico por el cual Guerrero pague una compensación por el incumplimiento del contrato
El entrenador del equipo de la Universidad César Vallejo, Roberto Mosquera, quien antes del diferendo entre Guerrero y el club se refirió al jugador con aprecio, se abstuvo de hacer comentarios sobre la controversia, ante preguntas de reporteros al respecto.
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