«Joe Biden sigue decidido a ser el candidato demócrata para las próximas elecciones, y la mayor amenaza para que el partido conserve la Casa Blanca es la falta de un plan B si no puede llegar al día de las elecciones», dicen algunos expertos.
El presidente no ha dado indicios de que tiene intención de dimitir y es casi improbable que los demócratas puedan sustituirlo en esta última etapa, advirtió la revista Newsweek.
La selección de un nuevo candidato solo sería posible en la Convención Nacional Demócrata en Chicago, que se celebrará del 19 al 22 de agosto, solo si Biden decide retirarse de la carrera.
El sitio de comparación de probabilidades de apuestas Oddschecker asegura que Biden continúa con las mejores probabilidades de ser el nominado, pese a que algunos se están arriesgando con otras opciones.
Hasta el momento aparecen como eventuales candidatos sustitutos que están atrayendo la atención de los apostadores los nombres de la abogada y exprimera dama (2009-2017) Michelle Obama, pero hasta el momento ella nunca manifestó ambiciones políticas.
Thomas Gift, director fundador del Centro de Política Estadounidense del University College de Londres, cuyo estado natal es Pensilvania, expresó a Newsweek que «Michelle Obama es la opción que muchos demócratas esperan que se lance en paracaídas desde el campo izquierdo y salve al partido. Eso sólo sucede en una Tierra de Fantasía progresista».
El segundo nombre es el de la vicepresidenta Kamala Harris como opción obvia para suceder a Biden en la candidatura presidencial demócrata, pero sus bajos índices de aprobación al parecer plantean un problema, subrayó la publicación.
En el radar entra también la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, lidera un estado indeciso crucial que le dio victorias a Donald Trump en 2016 y a Biden en 2020.
La limitante, señalan los críticos, es que la demócrata resulta popular en los límites de su estado y carece de perfil nacional.
Un cuarto nombre es el del gobernador de California, Gavin Newsom, quien en la actualidad es uno de los demócratas más conocidos del país, pero lo señalan mejor como proyección para las elecciones de 2028.
Sin embargo, la cuestión hasta ahora plantea una probable revancha entre Biden y Donald Trump, como una reptición de 2020.
El retrato del fiscal especial Robert Hur sobre las capacidades mentales del presidente ponen en duda su futuro político, porque si bien lo exoneró de culpas en el asunto del manejo de documentos clasificados, puso una bomba de relojería cuando lo describió como un «anciano con mala memoria».
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