La alerta se mantiene, pero se observa una reducción en la cantidad de pacientes con el ya confirmado síndrome de Guillain Barré, expresó en declaraciones a la prensa el titular de la cartera sanitaria del país, Oscar Cordón.
La autoridad pidió reforzar la parte de prevención en la preparación de alimentos y tomar en consideración que hay comedores en escuelas para evitar riesgos.
Calificó de buena señal la caída en el número de casos de los últimos 10 días, “aunque estamos pendientes de algunos muestras que enviamos al Laboratorio Nacional”, subrayó.
Sobre la causa, Cordón afirmó que esa es una de las cuestiones más frustrantes en epidemiología e indicaron aumentar la vigilancia y, por esa razón, decidieron enviar más equipos al campo para seguir la revisión de la estadística.
El titular del Mspas abordó la situación en Mazatenango y Cuyotenango, municipios más impactados del departamento de Suchitepequez, durante una cita esta mañana en el Congreso.
Al intercambiar con los diputados describió otros temas relacionados con el manejo del organismo que dirige, incluido el abastecimiento de medicamentos e insumos en hospitales.
Suchitepéquez constituye el epicentro de la enfermedad, seguido de Retalhuleu, Quetzaltenango, Sololá, Huehuetenango y esta capital, con 72 pacientes confirmados y con cinco muertes en el último reporte.
Las muestras que se tomaron para tratar de dar con el origen de este brote ya dieron algunos resultados, explicó en conferencia de prensa días atrás el director de epidemiología de la cartera sanitaria, Édgar Santos.
Detalló que 33 de heces enviadas a un centro de Atlanta en Estados Unidos, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), salieron negativas a Poliomielitis.
Descartó que el contagio de la enfermedad sea por arbovirosis (dengue, chikcungunya, zika), a partir de otros análisis realizados en el Laboratorio Nacional de Salud.
El Mspas estableció que análisis al vital líquido evidenciaron la existencia de bacterias coliformes, shigella y otras que tienen presencia normalmente en la materia fecal.
Esta contaminación podría estar causando las enfermedades gastrointestinales que, preliminarmente, conocimos se dan previo a que se presenten los síntomas de la enfermedad neurológica, acotó Santos.
Las líneas de estudio apuntan a una incorrecta manipulación de los alimentos, al agua contaminada, falta de saneamiento y tampoco descartan el contacto con el “tracto intestinal” de aves, como posibles causas.
La OPS, que apoya las acciones en este territorio centroamericano, adelantó el fenómeno el pasado 26 de enero en una nota de prensa.
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