En diálogo con Prensa Latina a propósito del aniversario 90 del asesinato del líder de la resistencia contra la ocupación estadounidense en las primeras décadas del siglo XX en Nicaragua, López se refirió a aquella noche de febrero de 1934 cuando le arrebataron la vida a Sandino.
“Los norteamericanos se habían ido derrotados en 1933, pero habían dejado la guardia nacional como instrumento al mando de Anastasio Somoza García, quien era una persona maquiavélica, calculadora y enteramente yanquista”, explicó López al comienzo de su narración.
Recordó que Sandino se había replegado con su ejército defensor de la soberanía nacional en la Segovia al norte del país, donde tenía una cooperativa y trabajaba, vivía y desarrollaba la zona.
En esa época, acotó el entrevistado, la guardia somocista había matado varios miembros del ejército de Sandino violando los acuerdos de paz, por lo cual el líder nicaragüense se sentía ofendido.
“Sandino tenía una agenda con varios temas que iba a discutir con el presidente de Nicaragua en esos años, Juan Bautista Sacasa, entre ellos, los avances que había logrado en un año la Cooperativa de Río Coco”, comentó.
Añadió que Somoza y el embajador aquí de Estados Unidos, Arthur Bliss, el 21 de febrero de 1934 sostuvieron una entrevista después de una conversación telefónica para planificar el crimen.
El presiente Sacasa había citado a Sandino a una cena que se realizó en el Palacio Presidencial ubicado entonces en el lugar conocido como loma de Tiscapa.
“A las seis de la tarde de este mismo día, Somoza se reunió con varios oficiales de su entera confianza para confirmar el plan de asesinato” expresó.
Cuentan que los presentes firmaron un documento que sería conocido en la historia de Nicaragua, como “El Pacto de Sangre”: la condena a muerte de Sandino.
“Tras concluir la cena, el general de hombres libres que asistió con sus lugartenientes generales, Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, se retiran y los oficiales de la guardia somocista los detienen y le tiendan una trampa”, detalló.
Luego los llevaron al Campo de Aviación al noreste de Managua, donde Sandino y sus compañeros fueron asesinados.
A decir del historiador nicaragüense, después de ese crimen contra el defensor de la paz y la soberanía nacional, los medios de prensa de la época manipularon la información y vendieron una imagen falsa de Sandino.
“Somoza García tuvo al atrevimiento de escribir un libro que llamaría ´Sandino o el Calvario de la Segovia´, pero fue con ese texto que años después Carlos Fonseca descubre la figura del general Sandino”.
“Carlos Fonseca lo retoma, él comienza a leer sobre Sandino y es quien luego junto a otros compañeros de lucha le pone el sello al movimiento revolucionario Frente Sandinista de Liberación Nacional”.
De acuerdo con López, a 90 años de su asesinato, Sandino continúa iluminando al pueblo nicaragüense con un pensamiento antimperialista y fiel defensor de la soberanía y la dignidad nacional.
“Nicaragua es un pueblo valiente y digno, y lo demostró en 2018 cuando un grupo de miserables quisieron destruir, con ese intento de golpe de Estado, todo lo que se había logrado, y el pueblo se levantó inspirado en Sandino”, concluyó.
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