Los pacientes del Instituto Nacional del Cáncer (Incán) acusaron de indolencia y desidia a las autoridades, que se abstuvieron de ofrecer explicaciones sobre cómo solucionar el problema con máquinas como las de quimioterapia en esa institución, agregó la fuente.
La mayoría de los enfermos oncológicos viven un suplicio también por la avería de herramientas como la utilizada para mezclar los medicamentos, mientras representantes de la dirección de esa entidad señalan que “es una crisis que se está resolviendo”, precisó Telefuturo.
El problema se agrava –subraya la televisora- porque muchos de ellos vienen de ciudades del interior y viajan varios kilómetros para acudir al centro asistencial ubicado en la ciudad de Areguá, del Departamento Central, limítrofe con esta capital.
“Tengo 67 años y no quiero morir todavía. Aspiro a vivir por lo menos tres años más. Este es el tercer miércoles que vengo de balde y estaba sin funcionar la máquina”, declaró al canal una de las pacientes inscritas como atendidas en el Incán.
Una pesquisa de Telefuturo reveló que, además de la falta de los referidos servicios, los enfermos de cáncer tienen que soportar carencias como la falta de agua potable, baños en mal estado, y aires acondicionados rotos en lugares herméticos.
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