De acuerdo con este informe, las precipitaciones sobre tres regiones glaciares únicas en África: el monte Kenia, el Kilimanjaro y las montañas Ruwenzori disminuyeron y sólo una pequeña parte de las fuertes lluvias allí alcanzan niveles altos donde caen en forma de nieve.
La superficie del glaciar del monte Kenia de cinco mil 199 metros en el estado homónimo se midió por última vez en 2016, mientras que datos comparables sobre el Kilimanjaro de cinco mil 985 metros en el norte de Tanzania no estuvieron disponibles hasta 2011, y la superficie del glaciar en las montañas Ruwenzori, de cinco 109 metros de altura, en la frontera entre Uganda y la República Democrática del Congo, fue calculada en 2005, añade el texto.
“Si las temperaturas medias en las grandes altitudes de esas regiones se mantienen bajo cero, esta nieve permanecerá y se cubrirá con una nueva capa blanca a más tardar en el próximo período de lluvias; pero si las precipitaciones disminuyen, el hielo no se repone y el glaciar comienza a retroceder”, advirtió Anne Hinzmann, autora de la indagación.
Para los expertos, esas zonas resultan particularmente interesantes porque están ubicadas en medio de los trópicos, no lejos del Ecuador y el hielo sólo se forma allí de forma natural, porque las cumbres son muy altas.
Por lo tanto, añade la especialista, si el hielo retrocede allí, esto no debería estar directamente relacionado con el aumento de las temperaturas en esas zonas, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en los Alpes europeos.
Aseveró también que, los períodos de lluvias comenzaron a volverse más secos desde finales del siglo XIX y, desde entonces, los glaciares comenzaron a reducirse y desde que se cartografiaron los glaciares por primera vez, más del 90 por ciento de su superficie ha desaparecido.
El informe revela que, en 1899, el monte Kenia todavía tenía una superficie de 1,64 kilómetros cuadrados, pero se había reducido a 0,07 kilómetros cuadrados en 2021/2022; mientras que en las montañas Ruwenzori, el hielo disminuyó de 6,51 kilómetros cuadrados en 1906 a solo 0,38 kilómetros cuadrados.
De igual forma, en el Kilimanjaro disminuyó de 11,4 kilómetros cuadrados en 1900 a 0,98 kilómetros cuadrados de 2021 a 2022.
«Los glaciares de África son un claro indicador del impacto del cambio climático y no sólo muestran que comenzó hace mucho tiempo, sino que avanza a una velocidad vertiginosa”, concluyó Hinzmann.
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