Afirmó el canciller que el convenio suscrito entre esas partes sobre la creación de una cadena de valor para los minerales estratégicos y críticos como coltán, cobalto, litio y niobio constituye un estímulo a la agresión ruandesa a la RDC en busca de esos recursos.
El subsuelo de Ruanda no es rico en estos minerales, remarcó Lutundula, por lo que el acuerdo resulta una forma de animar a Kigali a seguir saqueando las riquezas congoleñas.
En la declaración añadió que se trata de un documento contrario a los compromisos de la UE, en particular el punto 26 del Comunicado Conjunto de la segunda sesión del Diálogo Político RDC-UE celebrado en Kinshasa los días 5 y 6 de octubre de 2020.
Ese instrumento prevé la aplicación del reglamento europeo sobre minerales de conflicto y otras disposiciones pertinentes, para intensificar la lucha contra la explotación ilegal de minerales procedentes de la RDC.
Subrayó que el Gobierno de la RDC espera que las autoridades de la UE expliquen esa actuación, a la que catalogaron de ambigua en un momento en que no cesan de afirmar su voluntad de contribuir a poner fin a la crisis en el este del país y a la explotación ilegal de sus recursos naturales.
En las últimas semanas varias manifestaciones en Kinshasa y otras ciudades han protestado contra la actitud de algunos países occidentales a los que la población considera hipócritas en el tratamiento del conflicto en la RDC.
Agresiones a sedes diplomáticas y vehículos caracterizaron las primeras protestas, en las que se incluyeron algunas naciones europeas por hacer silencio en los escenarios internacionales sobre la violencia que enfrentan los congoleños en el este del país, y por el respaldo a Ruanda, país considerado agresor.
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