Gan Yu, portavoz de la Guardia Costera de China, declaró que en los dos últimos días el barco 3002 de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas insistió en invadir las aguas adyacentes a un banco de arena controlado por Beijing.
De acuerdo con el vocero, cuando las advertencias resultaron ineficaces, la parte del gigante asiático procedió a expulsar del lugar al buque filipino.
«La operación in situ fue profesional, estandarizada, justificable, legal, racional y moderada», agregó.
El portavoz subrayó que las acciones de Filipinas infringen la soberanía de China y violan gravemente el derecho internacional.
Gan instó a Manila a poner fin de inmediato a sus violaciones y agregó que Beijing adoptará nuevas medidas de control si es necesario.
Recientemente el canciller chino, Wang Yi, aseguró que las relaciones con Filipinas atraviesan graves dificultades, debido a que el país insular «ha cambiado su postura política, ha incumplido sus compromisos, ha provocado constantemente incidentes en el mar y ha dañado los derechos legítimos» de China.
Wang agregó que los nexos están en una encrucijada y que Manila debe actuar con prudencia.
El deterioro de los lazos bilaterales coincide con las medidas de Filipinas para reforzar las relaciones militares con Japón y Estados Unidos, su antigua potencia colonial y aliado en defensa durante décadas.
En 2022, llegó al poder en Filipinas, Ferdinand Marcos Jr, quien apuesta por profundizar los nexos de Manila con Washington. jha/idm