Al intervenir ante el Primer Comité de Control de Armas de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, el diplomático ruso advirtió que la Casa Blanca está tratando de lograr ventajas unilaterales en el marco de la declarada ‘rivalidad de las grandes potencias’.
Señaló que el colapso provocado por la retirada de Washington del Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF) se transformó en una amenaza real para la aparición de misiles estadounidenses de esta clase en Europa y la región Asia-Pacífico, indicó la agencia de noticias TASS.
Yermakov denunció además la salida de ese país del Tratado de Cielos Abiertos y sus acciones para crear un sistema global de defensa antimisiles, junto al desarrollo del potencial de armas no nucleares de alta precisión capaces de resolver tareas estratégicas.
No obstante, dijo, Rusia sigue contando con ‘un trabajo conjunto constructivo para encontrar un terreno común con el fin de converger posiciones’, siempre sobre la base del respeto a los intereses de ambas partes y a los principios clave de la estabilidad estratégica.
En tal sentido, comentó que Moscú observa manifestaciones de un ‘pragmatismo saludable’ por parte de la administración de Joe Biden y destacó la extensión a partir de febrero y por cinco años del Tratado de Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (Start III).
Como otro ejemplo, mencionó la declaración de la Casa Blanca luego de la cumbre de ambos jefes de Estado, el 16 de junio en Ginebra, sobre la inadmisibilidad de una guerra nuclear.
El representante ruso ante la ONU subrayó que su país está consciente de la responsabilidad que tiene en el fortalecimiento de la seguridad global, por lo que insiste en la promoción de medidas destinadas a ‘preservar y fortalecer la arquitectura de control de armas’.
rgh/mml