En declaraciones que publica este jueves el diario The Guardian, el exsuperintendente de la Policía Metropolitana de Londres Dal Babu afirmó que las medidas de austeridad infligieron un duro golpe a las fuerzas del orden.
Nunca antes se nos quitaron recursos de forma tan drástica como en los últimos 10 años, afirmó Babu, tras señalar que el resultado ha sido tener que enviar a las calles a agentes mal entrenados que tratan de hacer el trabajo de analistas profesionales y expertos de inteligencia.
Betsy Stanko, una académica que trabajó durante 11 años en la fuerza policial, apuntó, por su parte, que mientras muchos uniformados intentaban hacer un buen trabajo a la hora de investigar los casos de violencia contra mujeres y niñas, ya era hora de reconocer la magnitud de la crisis y convocar a una consulta pública para transformar el cuerpo.
Los delitos de violencia de género necesitan ser investigados por oficiales especializados en el comportamiento de los victimarios, pero la falta de recursos socava esas prácticas y desmoraliza a los agentes, aseveró.
Según un informe publicado el año pasado por una fundación que se dedica a estudiar el trabajo policial, el número de agentes en Inglaterra y Gales se redujo en un 16 por ciento desde marzo 2019 como resultado de las medidas de austeridad implementadas por las autoridades.
El personal de apoyo a las fuerzas del orden también sufrió un recorte del 19 por ciento, mientras que de 16 mil 507 policías que trabajaban en las comunidades ahora hay apenas poco más de nueve mil.
El informe resalta además el cierre de dependencias, entre ellas 400, y 600 estaciones de policía, en los territorios estudiados.
Las críticas a las medidas de austeridad del Gobierno llegan en momento en que la Policía británica se encuentra bajo el escrutinio público por el secuestro, violación y asesinato de una mujer a manos de un agente del servicio de protección de embajadas y del Parlamento.
El autor del crimen que conmovió al Reino Unido fue condenado días atrás a cadena perpetua, y luego de varios meses de presión, la ministra del Interior, Priti Patel, recién anunció este martes que se investigarán los fallos que permitieron que una persona como Wayne Couzens ingresara a la Policía Metropolitana.
El caso de Sarah Everard, la mujer secuestrada, violada y asesinada por Couzens, también dio lugar a que amplios sectores de la población y algunos políticos exigieran la renuncia de la jefa del cuerpo policial, la comisionada Cressida Dick, a quien el gobierno apuntaló en el cargo por otros dos años.
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