Las disputas deben ser con aquellos que intentan dañar los intereses árabes, y nuestro principal enemigo es Israel, aclaró el Canciller en una entrevista con el diario al-Watan.
En su comentario sobre el reciente cambio en las relaciones entre Siria y su entorno árabe, al-Mekdad reafirmó que Damasco quiere dejar atrás el pasado y mirar al presente y el futuro.
Los acontecimientos a nivel mundial convencieron a los gobiernos árabes de que la solidaridad y el apoyo mutuo constituyen factible solución para superar las difíciles circunstancias por las cuales atraviesan, remarcó.
Según el jefe de la diplomacia siria, o deben confiar en Occidente y sus garantías de un futuro mejor, pues los planes occidentales amenazan a todos y nunca buscan el bien de los árabes sino fortalecer el control de Estados Unidos sobre sus riquezas naturales.
Asimismo, reveló que se reunió con nueve de sus homólogos de la región durante las recientes sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que estas citas podrían ser más si el tiempo lo hubiese permitido.
En cuanto a las relaciones entre Irán y los países árabes, al-Mekdad dijo que Damasco respalda a cualquier estado que quiera dialogar y construir buenas relaciones con Teherán.
Siria está dispuesta a jugar el rol de facilitador en cualquier diálogo porque cree que la solidaridad árabe-islámica es la manera correcta para enfrentar los desafíos, indicó.
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