En una entrevista con el Canal 12, el extitular de Salud y expresidente de la Knesset (Parlamento) confirmó los rumores sobre su disposición a arrebatarle la autoridad a Netanyahu, quien gobernó a este país durante 15 años, 12 de ellos de forma ininterrumpida.
Edelstein recordó que su rival no logró formar un Gobierno estable tras cuatro elecciones en los últimos dos años, aunque la agrupación continúa como la fuerza más representada en el legislativo con 29 curules.
Afirmó que varias formaciones que integran la actual coalición en el poder ideológicamente son cercanas al Likud, pero rechazaron un pacto por su oposición a Netanyahu, acusado de recibir sobornos, fraude y violación de la confianza en tres casos separados.
‘Con Benjamin Netanyahu, fallamos cuatro veces formar un gobierno. ¿Cómo vamos a tener éxito de repente por quinta vez?’, subrayó.
Pero Eldestein no es el único Likudniks (como se conocen a los miembros de la agrupación) que piensa plantar cara a Netanyahu.
El diario electrónico The Times of Israel reveló recientemente que este enfrenta una creciente rebelión interna, no solo por el fracaso electoral, sino por la forma en que trata a sus aliados.
Varios pesos pesados de esa formación están frustrados y esperan reemplazarlo, aseguró.
Fundado por el ex primer ministro Benajem Begin en 1973, el Likud es un partido ultranacionalista vinculado a los colonos judíos y por tanto opuesto a la creación de un Estado palestino, como reclama la ONU.
Desde entonces se caracterizó por sus posturas radicales contra los palestinos y su abierto respaldo a la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén oriental, territorios que considera parte de Israel, un criterio rechazado por la comunidad internacional y Naciones Unidas.
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