‘Aportaré todo mi conocimiento, pasión, experiencia y perseverancia a la tarea que tengo entre manos, reformando la organización y logrando resultados’, significó la primera mujer en ocupar ese puesto en su discurso ante el Consejo General de la OMC.
Subrayó que las expectativas depositadas en su mandato podrán cumplirse únicamente si los miembros están dispuestos a hacer concesiones y llegar a acuerdos.
El mundo está dejando atrás a la OMC, porque hay una pérdida cada vez mayor de confianza en la capacidad de la organización para producir resultados, pero ‘si todos aceptamos que ya no podemos hacer negocios como de costumbre, eso nos ayudará a crear los parámetros para el éxito’, dijo.
Afirmó que existen expectativas en los delegados en temas prioritarios para trabajar, entre ellos, el enfrentamiento a la Covid-19, la conclusión de las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca y la reforma del sistema de solución de diferencias, incluida la restauración del Órgano de Apelación.
También medidas sobre agricultura, acceso a los mercados, ayuda interna, subsidios industriales a las empresas estatales, avances en el comercio electrónico y participación de las mujeres en el comercio, entre otros.
Ngozi Okonjo-Iweala llega a la máxima jefatura de la OMC con una experiencia de más de 30 años en temas de finanzas globales y desarrollo internacional.
Trabajó durante 25 años en el Banco Mundial y fue dos veces ministra de Finanzas de Nigeria.
El mandato que asumió este lunes expirará el 31 de agosto de 2025, y tiene carácter renovable.
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