Scholz, vicecanciller federal y ministro de Finanzas en el gobierno de Ángela Merkel, ganó las elecciones del pasado 26 de septiembre con poco más de la cuarta parte de los votos válidos, insuficientes para gobernar en solitario.
‘Logramos llegar a un acuerdo sobre el documento final de las consultas, que servirá de base para la decisión de los partidos’, declaró Scholz en una conferencia de prensa.
Anticipó que podrían formar el ejecutivo antes de finales de diciembre para evitar el largo impasse tras los comicios de 2017, los últimos que ganó Merkel, quien aseguró hace meses que abandonaría la política tras más de 16 años en el poder.
Entre los preacuerdos se encuentran la decisión de no aumentar los impuestos, el respeto a los límites de endeudamiento público y se adelantará el final del uso del carbón en Alemania (de 2038 para 2030) como parte de la lucha contra el cambio climático.
Junto al líder socialdemócrata se encontraba la copresidenta y candidata a canciller federal por los ecologistas, Annalena Baerbock, quien defendió una propuesta de coalición de reforma y progreso.
En tanto el líder del partido liberal, Christian Lindner (suena como posible ministro de Economía) se mostró optimista por la oportunidad de modernizar la sociedad, la economía y el Estado.
De llegar a formarse será la primera vez que las tres fuerzas políticas lideren una coalición gobernante en la llamada locomotora europea.
Los tres partidos negocian sobre la base de un documento de 12 cuartillas en los que plasmaron sus coincidencias y los cambios que intentarán en el siguiente cuatrienio.
En la justa de hace 20 días, Los Verdes fueron terceros y los liberales, cuartos. La posible coalición es apoyada por el 62 por ciento de los alemanes, de acuerdo con una encuesta publicada este viernes.
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