En un mensaje grabado en video a los participantes en la segunda sesión del IV Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, el Sumo Pontífice dijo no al neocolonialismo y añadió que los conflictos deben resolverse en instancias multilaterales como las Naciones Unidas.
Ya hemos visto cómo terminan las intervenciones, invasiones y ocupaciones unilaterales aunque se hagan bajo los más nobles motivos o ropajes, apuntó al referirse a las ‘resistencias a los cambios que necesitamos y anhelamos’.
‘Resistencias que son profundas, enraizadas, que van más allá de nuestras fuerzas y decisiones’, subrayó.
El cambio personal –indicó- es necesario, pero es imprescindible también ajustar nuestros modelos socio-económicos para que tengan rostro humano, porque tantos modelos lo han perdido.
En ese sentido, el Papa expresó que pensando en esas situaciones, se vuelve pedigüeño y a continuación expuso, a nombre de Dios, un pliego de peticiones dirigido a diferentes sectores.
A los grandes laboratorios solicitó que liberen las patentes y permitan que cada país, cada pueblo, cada ser humano tenga acceso a las vacunas.
A los grupos financieros y organismos internacionales de crédito les pidió que condonen las deudas ‘tantas veces contraídas contra los intereses’ de los pueblos de las naciones pobres.
Francisco hizo también otros reclamos, con profundo sentido humano y de defensa del ambiente, a las grandes corporaciones extractivas y alimentarias, a los fabricantes de armas, gigantes de la tecnología y las telecomunicaciones y a los medios de comunicación.
Este sistema con su lógica implacable de la ganancia está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía estamos a tiempo, subrayó Francisco.
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