Una fuente gubernamental dijo a la agencia Lusa que el ejecutivo volverá a encontrarse con todas las fuerzas.
Ya el pasado día 15 el presidente Marcelo Rebelo de Sousa dialogó con los líderes de los nueve partidos con asiento en la Asamblea de la República (parlamento).
Toda la prensa portuguesa se hace eco este domingo de las palabras de de Sousa, quien aseguró que hizo pública y privadamente todo a su alcance para conseguir la aprobación del presupuesto del Estado para 2022.
Un voto en contra muy probablemente conduciría a la disolución del parlamento y a elecciones legislativas anticipadas con seis meses de parada de la vida nacional, advirtió el mandatario.
La fuente del ejecutivo, que no fue identificada por Lusa, dijo que se buscan más aproximaciones con el Partido Comunista Portugués, el Bloque de Izquierda (BE, por siglas en portugués), Personas-Animales-Naturaleza, Los Verdes y con diputados independientes.
De hecho, reconoció que el ejecutivo de Antonio Costa solicitó al BE que envié los términos del acuerdo escrito que exigió para la negociación del apoyo antes de la votación en la generalidad (primera de dos lecturas), fijada para el próximo 27 y la final para el 25 de noviembre.
Es bueno recordar que los socialistas –con 108 de los 230 curules- obtuvieron la luz verde el año pasado con el voto favorable de dos independientes, luego que los del Bloque lo hicieran en contra.
La legisladora y dirigente del BE Mariana Mortágua dijo en una entrevista con el diario Publico que su partido exige un acuerdo político que incluya medidas presupuestarias, y de organización de la sociedad y de la economía.
En tanto, el ecologista José Luis Ferreira fue más lejos al afirmar que en esta ocasión el proceso de negociaciones está más atrasado que en periodos anteriores.
Interrogado sobre la búsqueda de soluciones por parte del gobierno, Ferreira dijo que hay indicios que apuntan a entendimientos con la izquierda y otros que conducen a la idea de que el silencio gubernamental implica la muerte de tales intentos.
El secretario general de los comunistas, Jerónimo de Sousa, apuntó este viernes que no hubo evolución alguna en las negociaciones del plan de presupuesto.
Además, señaló que los compromisos del gobierno -por ahora- son cosas claramente insuficientes.
Tanto el Partido Comunista como el Bloque de Izquierda anunciaron el miércoles pasado que votarían en contra del plan presentado, lo que llevó a determinados sectores a señalar que la izquierda presiona a los socialistas para imponer su visión de país.
Sin embargo, esa tesis defendida fundamentalmente por el ultraderechista Chega (Basta) hizo aguas dos días después, el viernes, cuando el presidente del Partido Socialdemócrata de Portugal, Rui Río, anticipó al jefe de Estado que pedirá a su fuerza política el voto contrario para el presupuesto.
Será un voto en contra por varias razones, manifestó tras insistir en que el gobierno no tiene una estrategia de largo plazo.
De mantenerse las posiciones partidistas, Portugal podría celebrar elecciones legislativas anticipadas, lo cual no sorprende desde los comicios municipales de septiembre pasado cuando los socialistas tuvieron un mal resultado.
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