El diario The Jerusalem Post adelantó que las autoridades podrían presentar este lunes otro horario para tratar de poner fin a la huelga, que incluyó la renuncia de casi de dos mil 600 galenos.
Otros cientos de especialistas presentaron la víspera su dimisión, aunque otorgaron unas horas al ministro de Salud, Nitzan Horowitz, para anunciar la nueva propuesta.
La anterior fue rechazada porque preveía una disminución de la carga de trabajo en el transcurso de cinco años pero solo para 10 hospitales del país.
Cientos de médicos y estudiantes marcharon ayer por las calles de esta ciudad para reclamar la disminución del horario.
Estamos luchando para acortar los turnos de guardia para todos. Lo que suceda en las próximas horas será clave para el futuro de la medicina en Israel, afirmó Rey Biton, quien encabeza la Organización de Médicos Internos.
Según una encuesta de publicada en 2016, el 72 por ciento de los internos trabajaron más de 26 horas seguidas al menos una vez al mes, 42 por ciento no dormía durante su turno, y 27 por ciento laboró más de 71,5 horas a la semana.
Horowitz calificó las renuncias de innecesaria y pidió calma al señalar que los cambios deben ser graduales porque no hay suficientes médicos para rebajar tantas horas en un período tan breve.
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