De acuerdo con el texto, por primera vez en la historia, las modificaciones en esos lugares no se deben ya a la variabilidad natural del clima y sólo pueden explicarse por las emisiones masivas de gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial.
‘La influencia del cambio climático inducido por el hombre es evidente en el aumento de la temperatura de los lagos y en el hecho de que la capa de hielo se forma más tarde y se derrite antes’, asegura el estudio, realizado por expertos de la Vrije Universiteit Brussel.
Dirigida por el profesor de esa entidad Luke Grant, la indagación refiere que si los impactos siguen aumentando en el futuro, la humanidad corre el riesgo de dañar gravemente los ecosistemas lacustres, incluida la calidad del agua y las poblaciones de especies de peces autóctonas.
‘Esto sería desastroso para las numerosas formas en que las comunidades locales dependen de los lagos, desde el suministro de agua potable hasta la pesca’, puntualizó Grant.
La investigación también predice el desarrollo futuro en diferentes escenarios de calentamiento: en un contexto de bajas emisiones, se estima que el calentamiento medio de los lagos en el futuro se estabilizará en +1,5 grados Celsius (úC) por encima de los niveles preindustriales y la duración de la capa de hielo será 14 días menor.
Por otro lado, en un mundo con altas emisiones, esos cambios podrían provocar un aumento de más de 4,0 °C y 46 días menos de hielo.
Para llevar a cabo el estudio, los científicos desarrollaron múltiples simulaciones por ordenador con modelos de lagos a escala global, sobre los cuales ejecutaron una serie de modelos climáticos.
De esta forma demostraron que es muy poco probable que las tendencias de las temperaturas de los lagos y la cubierta de hielo en las últimas décadas puedan explicarse solamente por la variabilidad natural del clima.
Las estimaciones indican que por cada 1°C de aumento de la temperatura global del aire, los lagos se calentarán 0,9°C y perderán 9,7 días de capa de hielo.
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