En una declaración conjunta difundida en esta capital, ambos Gobiernos describieron de provocación e irrespeto excursiones de judíos a ese lugar sacro de los islámicos.
Las visitas de israelíes violan el derecho internacional, el estatus legal y las obligaciones de la potencia ocupante con ese sitio de relevancia para judíos, cristianos y musulmanes, dice el texto.
El Monte del Templo (Haram al-Sharif) y sus alrededores está bajo fideicomiso jordano y el Departamento Islámico de Wakf es el único autorizado a permitir visitas o recorridos por el lugar.
Ese complejo alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa, sagrados para el islam, aunque en la explanada donde radican, también es de gran connotación para el judaísmo, tiene un estatus especial otorgado por resoluciones de la ONU que lo consideran localidad internacional.
Bajo protección policial, ciudadanos israelíes comenzaron a recorrer esas instalaciones y realizan oraciones y practican rituales del Talmud, una obra sagrada para los judíos, similar a la Biblia de los cristianos o El Corán de los islámicos.
Según Wakf, con sede en Jerusalén oriental, 230 judíos irrumpieron en la mezquita, realizaron visitas guiadas y practicaron rituales y oraciones talmúdicas en público.
Ese departamento jordano de custodio acusó a la policía israelí de convertir el complejo de la mezquita de al-Aqsa en un cuartel para proteger a visitantes que alteran el estatus religioso, histórico y legal del sitio.
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