Según el ayuntamiento carioca, se solicitaron autorizaciones para 620 desfiles por parte de 504 grupos que esperan la aprobación de los organismos competentes para llevar el jolgorio a las calles de la ciudad durante los 50 días previos a la mascarada. La lista definitiva se conocerá a finales de diciembre.
La grandiosa celebración está prevista entre el 25 de febrero y el 5 de marzo del próximo año, siempre que el escenario epidemiológico de la pandemia lo permita y los organismos sanitarios aprueben su realización.
Brasil, uno de los países más afectados por Covid-19, con más de 600 mil muertes y 21,6 millones de contagios, tuvo que cancelar su famoso regocijo de 2021 a causa de la enfermedad.
Por primera vez en 180 años, Río no tuvo su icónico carnaval, aplazado para evitar una mayor propagación del virus en momentos en los que una segunda ola, más fuerte y virulenta que la de 2020, comenzaba a azotar al gigante suramericano.
El baile de máscaras fue pospuesto dos veces en su historia: en 1892, cuando las autoridades alegaron que era más saludable celebrarlo en junio (en el invierno austral), y en 1912, cuando la muerte del popular Barón de Río Branco provocó una conmoción nacional y una semana de luto.
La suspensión de la fiesta más emblemática de Brasil, además de borrar las sonrisas y silenciar las calles cariocas en 2021, trajo consigo pérdidas superiores a los 500 millones de dólares.
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