El texto reconoció el deterioro del contexto y expresó ‘profunda preocupación’ por la situación del país y subrayaron la necesidad de movilizar esfuerzos internacionales para hacer frente a las condiciones que enfrenta el pueblo afgano.
Esta la tercera conferencia del llamado formato de Moscú, creado en 2017 para fomentar el diálogo entre los diferentes grupos enfrentados en ese país centroasiático, con la participación de representantes de Rusia, Afganistán, China, Pakistán, Irán e India, además de Naciones Unidas. Los participantes subrayaron la importancia de establecer mecanismos de cooperación con las autoridades de ese país, a pesar de la falta de reconocimiento oficial internacional del nuevo Gobierno formado por el movimiento Talibán, indicó la declaración.
Para el viceprimer ministro afgano, Abdul Salam Hanafi, la reunión fue ‘muy positiva. Hubo un diálogo entre los países de la región. Todos han confirmado que Afganistán debe ser un país seguro y estable’, apuntó. Subrayó que las naciones asistentes estuvieron de acuerdo en que Estados Unidos debe descongelar los activos del Banco Central de Afganistán lo antes posible para mejorar la situación en el campo de la medicina, la educación y otras áreas.
Hanafi declaró que el Gobierno interino de Afganistán está haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de la población del país y no persigue a nadie.
‘Puedo asegurarles que el nuevo Gobierno de Afganistán está haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad del país y sus ciudadanos. Nadie está siendo perseguido por diferencias étnicas, religiosas, lingüísticas, de género u otras’, comentó.
No obstante, el enviado especial de Rusia para Afganistán, Zamir Kabúlov, expresó que el Gobierno provisional establecido por el Talibán será reconocido cuando cumpla con las expectativas de la comunidad internacional.
En declaraciones luego de la reunión, señaló que al nuevo Ejecutivo de Kabul se le explicó que el reconocimiento ‘solo llegará si empiezan a responder a la mayoría de las expectativas internacionales en materia de derechos humanos y de inclusión’.
Significó que los países presentes en las pláticas insistieron en la necesidad de que Naciones Unidas organice una conferencia internacional de donantes ante el riesgo de que ocurra una crisis humanitaria en Afganistán.
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