Así lo señaló en un discurso este jueves durante la ceremonia en el National Mall de Washington por el décimo aniversario del monumento a Martin Luther King, héroe afroamericano de los derechos civiles asesinado en 1968.
La cosa más antiestadounidense que cualquiera de nosotros pueda imaginar, la más antidemocrática y antipatriótica es amenazar el derecho al voto, a las elecciones libres y justas, manifestó el gobernante que estuvo acompañado por la vicepresidenta, Kamala Harris.
El pronunciamiento llega un día después de que senadores republicanos impidieran el análisis de la Ley de Libertad de Voto, una iniciativa para proteger el acceso de las minorías a las urnas que de no aprobarse pondría a los demócratas en desventaja en los próximos comicios.
Por eso Biden insistió en que la batalla está lejos de terminar, en referencia a la Ley de Derechos Electorales John Lewis, cuya votación podría estar en la agenda de la Cámara Alta la próxima semana.
Como hizo durante su campaña, el jefe de la Casa Blanca se hizo eco de Luther King al describir a la nación como en una batalla para salvar el ‘alma de Estados Unidos’, reprendió el racismo, la supremacía blanca, el antisemitismo y los crímenes de odio contra estadounidenses de origen asiático.
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