El diario electrónico The Times of Israel reveló que con ese fin se reunirá el Alto Comité de Planificación de la Administración Civil, un organismo dependiente del Ejército que gestiona la ocupación de los territorios palestinos.
También se dará luz verde a la construcción de mil 300 unidades habitacionales palestinas.
El Área C representa el 60 por ciento de Cisjordania y está totalmente bajo el control administrativo y de seguridad israelí.
Según el rotativo, la propuesta es ampliar las colonias de Revava, Kedumim, Elon Moreh y Karnei Shomron, entre otras.
En 2019, el gabinete de seguridad aprobó un récord de 700 permisos de construcción para palestinos en lo que se consideró como un intento de evitar que el Tribunal Superior de Justicia israelí bloqueara nuevas demoliciones de propiedades árabes, destaca el periódico.
Sin embargo, agrega, una investigación descubrió que muy pocas de esas autorizaciones se emitieron realmente.
La ONG Paz Ahora denunció días atrás los planes de Bennett para edificar unas 10 mil unidades habitacionales en la zona del antiguo aeropuerto de Qalandia, que los israelíes llaman Atarot, en Jerusalén oriental.
De erigirse, será la primera colonia en esa área de la ciudad desde 1997, cuando el entonces gobierno de Netanayhu levantó el asentamiento de Har Homa.
De forma paralela, Israel comenzó a construir el paso subterráneo de Qalandia, que permitirá un viaje por carretera más rápido entre varias colonias judías, ubicadas en la margen occidental y en ese país.
Otra obra clave para aislar a la metrópoli es la edificación de unas tres mil 400 viviendas en la llamada área o corredor E1, una zona de 12 kilómetros cuadrados, ubicada entre Jerusalén oriental y la colonia judía de Ma’ale Adumim.
Según datos oficiales palestinos, ese país edificó más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004 y levantó otros 139 puestos de avanzada para futuros asentamientos.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
jha/rob