Enclavado en El Trifinio -macizo donde convergen las fronteras de El Salvador, Guatemala y Honduras- El Brujo tiene dos mil 140 metros sobre el nivel del mar, y Arrué pretende subirlo 10 veces en cuatro días.
Amén de prepararse para volver al llamado ‘techo del mundo’, la montañista aspira además a enviar un mensaje de esperanza, fuerza y voluntad a quienes luchan contra el cáncer de seno.
El mal tiempo y el peligro para su vida obligó a Arrué a abandonar a mediados de año su aventura en el Himalaya, a solo 800 metros de la cumbre del Everest (ocho mil 848 metros sobre el nivel del mar).
Sin embargo, desde su regreso dejó claro que volvería para terminar su faena, aunque ya llegó a donde ningún otro salvadoreño ha llegado antes.
Como parte de su preparación ya desarrolló una serie de escaladas en Bolivia, en septiembre pasado, así como una semana con cuatro ascensos diarios al volcán Ilamatepec, en el departamento salvadoreño de Santa Ana.
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