Mottley manifestó la necesidad de implementar planes de preparación para tal contexto pues el 2017 mostró lo que podría pasar en la región con el impacto de sucesivos huracanes.
Las inundaciones costeras y tierra adentro debido a la intensificación de las marejadas ciclónicas también siguen siendo un problema para muchos de nuestros otros países, y Trinidad, Guyana y Surinam pueden no ser azotados por huracanes pero sí por inundaciones, alertó la mandataria.
Durante la entrega de las Estrategias de Seguridad Marítima Regional y Nacional en Barbados, Mottley recordó que el aumento de un metro en el nivel del mar puede desplazar a aproximadamente 110 mil personas en los estados miembros de la Comunidad del Caribe, según pronósticos de organismos regionales y de las Naciones Unidas.
Se estima que el 2,0 por ciento de la población de San Cristóbal y Nieves y el 3,0 por ciento de la de Antigua y Barbuda podrían ser desplazados como resultado de este tipo de eventos, acotó la primera ministra barbadense citada por el diario Barbados Today.
Este potencial desplazamiento nos lleva a preguntarnos si la respuesta actual en nuestros estados miembros puede acomodar la gestión de la migración masiva o el desplazamiento de un número tan grande de personas, cuestionó Mottley.
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