Un comunicado de la entidad destacó que sus empleados fueron rociados con gas pimienta mientras inspeccionaban los daños causados a los olivares palestinos por los colonos judíos.
El incidente ocurrió ayer cerca de la localidad de Burin, norte de la margen occidental.
Los oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) presentes escoltaron al personal hasta su base militar, precisó el texto.
La institución recordó que ‘esta no es la primera vez que se agredió al personal del CICR mientras realiza su trabajo en Cisjordania’.
Como ocurre cada año durante la temporada de recogida, en las últimas semanas se multiplicaron las denuncias de ataques de colonos contra los campesinos palestinos y las quemas de olivares en Cisjordania.
Precisamente, hace unos días el CICR criticó ‘el aumento del hostigamiento y la violencia por parte de los residentes de ciertos asentamientos y puestos de avanzada contra los agricultores y sus propiedades’.
También cuestionó las restricciones de acceso impuestas por las autoridades de Tel Aviv a varias zonas, lo cual impide una cosecha óptima.
Reveló que de agosto de 2020 a igual mes de este año los colonos destruyeron más de nueve mil 900 árboles en ese territorio.
La cosecha de aceitunas representa una de las principales fuentes de sustento de los agricultores palestinos, pues más de 100 mil familias trabajan en esta industria, subrayó.
En las últimas semanas incluso se reportaron varios ataques de colonos contra soldados israelíes, lo que obligó al ministro de Defensa Benny Gantz a pedir a los militares actuar ‘de manera sistemática, agresiva e intransigente’ contra la violencia de ese sector.
Por su parte, el jefe de las FDI, Aviv Kohavi dijo que ‘el crimen contra soldados por parte de civiles es inaceptable y requiere una respuesta rápida’. oda/rob