En un comunicado conjunto, Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Irlanda, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia y Suecia instaron a Tel Aviv a suspender las obras.
Reiteramos ‘nuestra fuerte oposición a la política de expansión de asentamientos en los territorios palestinos ocupados, que viola el derecho internacional y socava los esfuerzos por la solución de dos Estados’, señaló un comunicado conjunto de esos países.
En similares términos se pronunció el Reino Unido, cuyo gobierno afirmó que las colonias son ilegales según el derecho internacional y representan un obstáculo para la paz y la estabilidad regional.
También María Zajaróva, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, rechazó esas construcciones al afirmar que tales acciones unilaterales socavan las posibilidades de crear un estado palestino viable.
En tanto, Japón deploró ‘las continuas actividades de asentamiento por parte del gobierno de Israel a pesar de los repetidos llamamientos para congelar tales actividades’.
La Liga Árabe, Egipto y Jordania también denunciaron la colonización israelí de las tierras palestinas.
Según la organización no gubernamental israelí Paz Ahora, fundada por exmilitares, en Cisjordania y Jerusalén oriental viven más de 665 mil colonos judíos, repartidos en 145 asentamientos y 140 puestos de avanzada para futuras colonias.
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