Estas tienen un papel fundamental en el apoyo a una mejor sanidad cuando más de la mitad de la población global vive ahora en esos contextos y para 2050 la proporción aumentará a casi el 70 por ciento, consideró el organismo de las Naciones Unidas.
Las crisis climática y de la Covid-19 exacerbaron las injusticias y vulnerabilidades sociales existentes en las comunidades y sistemas de salud, especialmente en las ciudades, señaló.
Advirtió que la vivienda, transportes inadecuados, el saneamiento, la gestión de desechos deficientes y la calidad del aire sin cumplir con las directrices establecidas continúan entre los problemas principales en muchos entornos urbanos.
La falta de espacio para caminar, andar en bicicleta y vivir de manera segura también convierte a estos en epicentros de enfermedades no transmisibles o epidemias y en los impulsores del cambio climático, subrayó la OMS.
En su texto, cuyo título insta a los países a construir ciudades resilientes y saludables, la OMS reconoció la reacción de algunas de manera rápida e innovadora para abordar los desafíos planteados por la Covid-19.
Mantuvieron, resaltó, a los habitantes a salvo del coronavirus SARS-CoV-2, incluso al adaptar la forma en que las personas viajan, defender la seguridad alimentaria y proteger a los adultos mayores y las poblaciones marginadas.
Durante la pandemia, describió, muchas ciudades fortalecieron las redes y asociaciones existentes con las comunidades para responder mejor a las necesidades de las personas, al tiempo de la colaboración multisectorial y el liderazgo sólido del sector de la salud.
El Organismo remarcó su intención de trabajo porque ese progreso continúe en aras de ciudades dispuestas para hacer frente a futuras emergencias sanitarias.
Subrayó la necesidad de enfoques fuertes en el transporte público, el acceso a espacios verdes y azules, y donde sea fácil para las personas caminar.
Observó que los mercados de agricultores urbanos, que conectan a los consumidores con los productores locales de frutas y verduras frescas, previenen enfermedades y promueven la salud.
Asimismo, agregó, mejoran el bienestar social así como abordan el cambio climático, la degradación ambiental mientras ayudaron a los residentes a enfrentar los efectos de las medidas de salud pública, entre ellas los cierres de la Covid-19.
La OMS pidió finalmente a los gobiernos nacionales priorizar la preparación al más alto nivel para las emergencias sanitarias en los entornos urbanos.
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