El primer asedio ocurrió el sábado en la región de Koulikoro contra una escolta del Ejército en la localidad de Mourdiah, lo cual causó dos muertos y tres heridos que trasladaron al hospital del municipio.
La otra acción la perpetraron en la localidad de Niendjela, región de Segou, donde un vehículo todo-terreno de una patrulla militar fue blanco de un artefacto explosivo artesanal y su detonación causó la muerte de los cinco ocupantes, precisaron las fuentes.
El Ejército realizó una operación de búsqueda en la zona donde ocurrió el atentado y arrestó a dos sospechosos de estar relacionados con el hecho.
Mali sufre una compleja situación de inseguridad con la presencia en su territorio de grupos radicales de distorsionada filiación islámica, que ejecutan sus atentados en el sur contra la población civil, el Ejército maliense, las fuerzas africanas de apoyo así como las tropas de la Misión de Naciones Unidas.
En este país ocurrieron además dos golpes de Estado en menos de un año, tras los que se abrió un proceso de transición todavía inconcluso, mientras se espera la realización de elecciones generales aún sin un calendario establecido, en tanto persisten los ataques terroristas.
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