“La solución pasa por cambiar el modelo de civilización y avanzar hacia un modelo alternativo al capitalismo que es el horizonte civilizatorio del Vivir Bien en armonía con la Madre Tierra”, subrayó el mandatario al intervenir en la Cumbre sobre Cambio Climático.
Arce enfatizó que los países desarrollados promueven un “nuevo proceso de recolonización mundial” al que denominó “nuevo colonialismo del carbono”, al tratar de imponer sus propias reglas del juego en las negociaciones climáticas y alimentar así el “nuevo capitalismo verde”.
Con ello buscan, afirmó, que las naciones en desarrollo “tengamos que asumir estas reglas de juego sin opción alguna”.
Vemos con frustración que todavía existe un marco global que no termina de definir una solución global a la crisis climática, manifestó el gobernante, y aseveró que ese constituye el principal problema a enfrentar “por la defensa de la humanidad y de la vida en la Madre Tierra”.
Lamentó que los estudios científicos y los reportes de la secretaría de la convención evidencian que aún los Estados están muy lejos de alcanzar las metas para afrontar “la crisis climática global”.
Al referirse a Bolivia, el mandatario apuntó que están concluyendo la preparación de una Contribución Nacionalmente Determinada hacia el 2030, la cual ratifica el compromiso contra “la crisis climática en los sectores de agua, energía, bosques y agropecuaria”.
Esta estrategia está contenida en los cinco ejes planteados en la propuesta del Estado Plurinacional, junto al enfrentamiento estructural de la crisis medio ambiental desde la mirada de los pueblos y el llamado urgente de la Madre tierra para combatir esa situación.
También incluye el desarrollo de acciones integrales para desafiar la crisis climática y la defensa de la vida, y la defensa de la comunidad de la vida.
El jefe de Estado sudamericano cuestionó la falta de “compromiso verdadero” de los países desarrollados ante la emergencia y denunció que las medidas adoptadas hasta ahora “están muy lejos” de los compromisos de hace seis años en el Acuerdo de París.
Censuró la hipocresía y falta de compromisos del llamado Primer Mundo sobre el balance de emisiones de carbono al 2050 y llamó a cumplir las metas para su reducción en correspondencia con lo acordado en la capital francesa, para lo cual deben transferir los recursos financieros necesarios al mundo en desarrollo, opinó.
A través del modelo del Vivir Bien o Buen Vivir, Bolivia propone la convivencia en armonía y equilibrio con los ciclos de la Madre Tierra, el cosmos, de la vida y de la historia en forma de existencia, según fuentes oficiales.
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