Se esperan un maratón de intervenciones de los diputados antes de pasar a la votación de la iniciativa, que de no aprobarse antes del 14 de noviembre provocaría la disolución automática del Legislativo y la convocatoria a nuevas elecciones.
La variopinta alianza gubernamental está integrada por agrupaciones de ultraderecha, centro, islamista, izquierda, todas unidas en su rechazo a la vuelta al poder de Benjamín Netanyahu, quien dirigió el país durante 15 años, 12 de ellos de forma ininterrumpida.
La coalición tiene apenas 61 curules en el Legislativo, pero el diputado Amichai Chikli, integrante del ultranacionalista partido Yamina, anunció el fin de semana que no respaldará el proyecto de presupuesto.
Ante esa posibilidad, el primer ministro Naftali Bennett, dirigente de Yamina, y otros miembros del gabinete esperan la abstención de alguno de los seis diputados de la opositora Lista Conjunta, que agrupa a pequeñas formaciones árabes y de izquierda, destacó el diario The Jerusalem Post.
Precisamente, la emisora radial Arut Sheva destacó que el Gobierno incluyó en el proyecto varias propuestas favorables a sectores o grupos vinculados a diputados opositores para que estos respalden los presupuestos.
En caso contrario, habría que realizar nuevas elecciones, las quintas en apenas dos años.
Según un sondeo del Canal 13, la Lista Conjunta sería clave para la formación de un Gobierno en caso de otra convocatoria a las urnas, ya que obtendría ocho curules.
El sondeo destacó que la coalición gubernamental y el bloque opositor de ultraderecha, dirigido por Netanyahu, obtendrían cada uno 56 escaños en la Knesset.
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