A fines de octubre pasado un movimiento militar, con el beneplácito del presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), general Abdel Fattah el Hamdun, culminó en la disolución del gobierno del primer ministro Abdallah Hamduk, liberado tras permanecer retenido 48 horas.
La asonada castrense detonó protestas populares, convocadas por organizaciones políticas y profesionales, en favor y en contra que dejaron una decena de muertos y casi un centenar de heridos.
“Estamos en el camino correcto hacia la estabilidad general en el país (…) hay negociaciones para reestructurar el CST, el sistema judicial y nombrar un primer ministro, aseguró a la prensa el exministro de Finanzas Gibril Ibrahim, a todas luces sumado al movimiento castrense que depuso a Hamduk.
Las formulaciones del extitular evidencias que el general Hamduk permanece sordo a los reclamos de la ONU, la Unión Africana y la Unión Europea para la reinstalación del exprimer ministro Hamduk y su equipo.
mem/msl